Acuña es un tipo peligroso.
Cada vez que he visto en esta temporada algún juego de Ronald Acuña Jr, aún fallando, demuestra que está en un nivel superlativo.
Yo no recuerdo ahora mismo, por supuesto, teniendo en cuenta el apoyo de la tecnología hoy día, que algún pelotero venezolano haya tenido tanta potencia con el barrel del bate y en consecuencia los contactos sean tan explosivos. En innumerables ocasiones, Acuña Jr ha dicho a los medios que no hace ejercicios con pesas en el gimnasio. Solo busca «flexibilidad, mantener sus piernas y velocidad», lo que nos indica que su fuerza no radica en masa muscular ni mucho menos, es netamente velocidad a la hora de hacer el swing.
No tengo el número de su bat speed, pero para que la bola proyecte en 2023 un exit velocity de 95.1 millas por hora (el mejor % de toda la MLB ahora mismo) es porque indudablemente no solo tiene un swing rápido, sino que su fuerza está en plena ebullición a sus 25 años de edad. Sí, el tipo tiene 25 años y aún creo que no está en su peak.
Tiene el batazo más duro conectado en esta temporada y fue para doble play. ¿Que cosas tiene la vida, verdad? Fue de 116.7 millas por hora el pasado 3 de mayo, destrozando un cambio de velocidad de Garrett Braxton de los Marlins de Miami.
No obstante, también es cuarto en la lista de HardHit% con 54.7. Es decir, el venezolano ha conectado un total de 138 batazos en esta temporada de 758 pitcheos recibidos. Pues, 75 veces ha disparado la pelota a más de 90 millas por hora de velocidad de salida, algo realmente impresionante.
Ya en el 2023 ha soltado un cañonazo desde los jardines a 96.3 millas por hora, jugando también una buena defensa, mostrando la característica principal de su juego: atleticismo. Acuña Jr, firmado por la cifra de 100K en el año 2014, ha venido a elevar el standard del pelotero venezolano al día de hoy.
Tiene el sello para que lo llamen «Five Tools Player» además de la intensidad con la que se desempeña. Yo me quedo definitivamente con esta última faceta del sabanero. Para mi, lo que lo hace especial, más allá de lo previamente expuesto, es su hambre por ser el mejor día a día. No conozco a Ronald, pero no hace falta. Al mirarlo entrar al terreno de juego, ya todo el mundo sabe que ese número 13 de Atlanta, así no hayas visto algún juego de béisbol jamás en la vida, es el mejor pelotero en el terreno.
No sé hasta que punto esa extraña forma de «despedirse» de la LVBP en la pasada final 2022-2023 y su no tan productiva participación en el CMB le haya alimentado el espíritu competitivo, lo cierto es que muchos pensaron que esa sombra podría quizás perseguirlo hasta los días de hoy en la MLB. Los que esperaban eso, sencillamente fracasaron.
Acuña está dando de que hablar y creo que seguirá haciéndolo. Cada vez está en más comerciales, es el hombre de Nike, ya da entrevistas en inglés y poco a poco gana más terreno en el mercado norteamericano.
Definitivamente, Ronald Acuña Jr y su historia, su manera en el que juega al béisbol, alimenta a los que aman el juego. Olvidense de su forma de celebrar, él hace lo que todos debemos hacer cuando algo nos apasiona: gozarnos. En lo que se escucha la voz de playball y están en play los Bravos de Atlanta, el de La Sabana, sin duda alguna representa peligro para los rivales. Sí, Ronald Acuña Jr, es un sujeto peligroso. Peligroso para los pitchers contrarios y también para los que no están muy de acuerdo con su forma de festejar sus batazos.
Imagen: Cortesía.
