GABRIEL MORENO ENCONTRÓ UN OASIS EN EL DESIERTO DE ARIZONA

El béisbol no siempre es para aquellos jugadores que percibieron un alto bono. Algunas veces se tiene por sentado que:

  1. Los peloteros que firman por un alto bono, serán un «tiro al suelo» en Grandes Ligas.
  2. Los peloteros que firman por 10K o 20K serán «dejados libres» a la vuelta de la esquina.

Resulta que, entre muchos curiosos casos de bonos «bajos», como fue el caso de nuestra primera entrega Ronald Acuña Jr, hoy nos encontramos con el flamante prospecto Gabriel Moreno que encontró un nicho en Arizona.

El joven larense de 23 años, original de Toronto Blue Jays, recibió 25.000 por allá en el 2016, hallado por el scout Francisco Placencia y llevado al José Pérez Colmenares para también estampar su firma con Tigres de Aragua como segunda base, observado por Illich Salazar y Wilmer Becerra en aquellos tiempos como encargados del desarrollo de los felinos maracayeros. Aunque luego pasaría a vestir la camiseta del que hoy es su equipo, Cardenales de Lara con los que debutó en la LVBP posteriormente.

Gabriel Moreno pasó a la receptoría y poco a poco, por su buena defensa y bate alegre, se fue convirtiendo en una valiosa pieza en las granjas de los canadienses. Al punto tal de que pasó de ser prospecto #21 del top 30 en 2019, al #9 en 2020 y al #8 en 2021, metiéndose de lleno en las mejores promesas de toda la MLB.

Debutó el año pasado, por estos días de junio. Luego de 5 tremendas campañas en ligas menores, dejando promedio de .310, 27 jonrones y 189 carreras remolcadas, apenas pudo estar en play unos 25 juegos con Toronto. De hecho, cuando muchos pensaban que Moreno iba a recibir la posición, el mexicano Alejandro Kirk, otro que también recibió un bajísimo bono de firma, inclusive, menos de 10K, se pertrecha en la posición 2 del equipo azul.

Moreno quedó como en especie de limbo. No tenía nada que demostrar en AAA y no tenía un lugar para el 2023 en Toronto, hasta que estos lo pusieron en el mercado y llegó a un equipo en eterna reestructuración que necesitaban un jugador de posición premium y cuadró como anillo al dedo. El venezolano ha sido parte importantísima de estos sorprendentes D’backs que al momento de escribir esta nota, están en plena pelea por el liderato del oeste en la liga nacional, jugando un béisbol que ilusiona a propios y extraños.

«Gabbie» como ahora le dicen en las transmisiones de las víboras del desierto, encontró un oasis en medio del valle sombrío. No solo es el catcher de todos los días del manager Torey Lovullo que, dicho sea de paso, suele tirarle flores muy seguido al buen trabajo del venezolano detrás del plato.

Para destacar, Arizona es hoy por hoy la séptima mejor efectividad de la liga nacional. Cualquiera pudiera preguntarse: ¿Qué tan significante es esto? Es importante el avance, ya que los D’backs las últimas 5 temporadas han tenido graves problemas con el pitcheo y es precisamente sus lanzadores los que han sostenido al club en estos primeros dos meses de campaña. Además, Gabriel Moreno le recibe a dos abridores que, de seguir el ritmo, posiblemente reciban votos al Cy Young y «cuidado con una sorpresa», ellos son Zac Gallen que en 12 aperturas tiene foja de 7-2 con 2.72 de efectividad y Merrill Kelly quien también sostiene registro de 7-2 con 2.80 de PCL.

SÓLIDA DEFENSA Y CONFIANZA EN LA RECEPTORÍA

El careta le brinda a su equipo una sólida defensa, confianza que transmite llevando el juego y también sacando outs en las bases: 56% de los corredores que salen al robo son puesto out por Moreno, incluyendo al también venezolano Ronald Acuña Jr, quien le salió al robo el pasado 2 de junio y fue retratado en la intermedia. Gabriel tiene un percentil en el pop time, tiempo de disparo a la segunda base, 85 puntos por encima de la media en MLB, es decir, está sobrado de lote en estos menesteres.

Su línea ofensiva ahora mismo es de 2 jonrones, 21 impulsadas y promedio de .283, aunque siendo sincero, siento que aún Gabriel no termina de explotar con el madero, a mi juicio es mucho mejor bateador de lo que dicen estos números. Lo que considero muy interesante porque en el momento en que su ofensiva se levante, estamos hablando de un pelotero con una defensa plus y un bate en consolidación, Moreno sería un catcher All Star.

No todo el tiempo un bono hace pelotero, lo hemos escuchado hasta la saciedad. Este es otro caso de calidad que aprovecha las oportunidades, que hoy por hoy son cada vez más competitivas en el béisbol. Gabriel Moreno buscaba esto, jugar todos los días y demostrar su gran talento, sin duda, en la incomodidad del desierto y con la responsabilidad de ser el cátcher diario, el venezolano está de placeres en un oasis en medio del calor de Phoenix.

Imagen: Getty Images.

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